Los que somos cofrades disfrutamos más que si fuéramos niños en la noche de reyes. Durante cuarenta días en los que nuestras dolorosas se visten de rayas hebreas, nuestros titulares cristíferos de morado penitente, las tertulias se suceden cada semana en las cafeterías, los pregones irrumpen en nuestros salones de actos, la música cofrade inunda de notas musicales el viento, los ensayos costaleros circulan por nuestras calles y hay vía crucis, traslados, montajes y preparativos, el cofrade saborea el sueño de lo vivido, porque vivir lo soñado será tan efímero que se nos escapará de las manos como granos de arena entre los dedos.
Y si hay un signo inequívoco de que estamos en Cuaresma, es que nuestras calles se revisten con carteles anunciadores de nuestras Hermandades, y en los últimos tiempos, también de tertulias y aniversarios varios. Quiero compartiros los primeros carteles cofrades salidos de mi objetivo que ven la luz y no ha podido ser en mejores circunstancias.
El primero de ellos ha sido el de mi querida Hermandad de la Virgen de la Misericordia, donde me inicié como costalera y este año vestiré por primera vez la túnica nazarena, algo que me hace mucha ilusión. La instantánea que ilustra la foto es una bella estampa de nuestra Niña de San Pedro, en aquellos cultos en la ermita de Los Remedios. Una foto en la que, como diría mi amiga Sonia Sánchez-Molero, parece que nuestra Mise llora de verdad...
El segundo de los carteles es todavía más especial si cabe. Ha sido elegido para conmemorar el X Aniversario del portal web Ciudad Real Cofrade, básico en lo que a información semanasantera se refiere (noticias, galerías, agenda de actos...) y en la que colabora muy buena gente. Se presentó el pasado viernes tras el pregón "de miel" que hizo con gran acierto mi compadre Fran Pajarón y representa lo que para mí es la definición gráfica de la "Ciudad Real cofrade": un detalle cofrade representativo, sin ser característico ni identificativo de ninguna hermandad concreta, como es la revirá de un paso palio atentamente vigilado por nuestra atalaya particular, la torre de la catedral ciudadrealeña.
Ya sabes que me encantan las dos. No podía haber cartel más bonito de nuestra Niña, además como dice más de uno, está "macarena total" jeje. La iluminación y el color son perfectos! Y la de Ciudad Real Cofrade, qué voy a decir si era mi preferida! jeje. Mejor plasmada la Ciudad Real Cofrade no podía estar.
ResponderEliminarDos cartelazos Leti!!!
La Niña nos regaló esta mágica estampa el año pasado y era justo que Ciudad Real pudiera disfrutar de Ella tal y como nosotros lo hicimos. Ya era hora de que todos pudiéramos contemplar su enorme Belleza y esperemos que de aquí por delante, sea la tónica general. Y del otro, pues ya lo comentamos desde el principio, era la definición gráfica, jeje. No me imaginaba hace un par de años cuando tiré esta foto, que iba a casar tan bien en un cartel (ni siquiera fue en el libro, elegí la análoga del Dulce Nombre).
ResponderEliminarAhora, a disfrutar de las vísperas!!